VISITA PASTORAL A CADRETE

 Crónica de la visita pastoral del arzobispo Carlos Escribano a Cadrete – 29 de mayo

La comunidad de Cadrete vivió el 29 de mayo una jornada especial con la visita del arzobispo de Zaragoza, don Carlos Escribano, quien realizó un recorrido por diversos espacios del municipio, encontrándose con distintos colectivos y dejando palabras de aliento y cercanía pastoral.
La jornada comenzó a las 8:30 h con un encuentro en muebles Francisco Cristóbal, donde el arzobispo compartió un café con empresarios y agricultores de la localidad. En un ambiente distendido y cordial, don Carlos ofreció palabras de ánimo, reconociendo la labor diaria de estos trabajadores que sostienen la vida económica del pueblo.








A las 9:00 h, el prelado se dirigió al colegio de Cadrete, donde fue recibido con entusiasmo por el equipo docente. Durante la visita pudo conocer las instalaciones y dialogar con los profesores, interesándose por el desarrollo educativo de los alumnos y valorando el trabajo que allí se realiza.



Posteriormente, a las 10:00 h, se acercó al Ayuntamiento, donde fue acogido con calidez por el alcalde, el teniente de alcalde y varios concejales. En este encuentro institucional se destacó el valor de la colaboración entre la Iglesia y las autoridades locales al servicio del bien común.














A las 11:00 h, el arzobispo presidió la Eucaristía en la residencia Vitalia, donde se celebró la Eucaristía y compartió un momento emotivo con los abuelos y el personal del centro. La misa fue un signo de cariño y atención a nuestros mayores, tan importantes en la transmisión de la fe y de los valores.







Después, a las 12:00 h, don Carlos se trasladó al cementerio municipal, donde presidió un responso en memoria de los fieles difuntos. Fue un momento de recogimiento y oración, en el que se recordó con gratitud a quienes nos han precedido en el camino de la fe.





A las 12:30 h, antes de finalizar la visita, el arzobispo firmó los libros sacramentales de la parroquia, en un gesto que simboliza la continuidad y la comunión de la Iglesia diocesana.
La jornada concluyó con una comida fraterna, donde se compartieron vivencias, se fortalecieron vínculos y se agradeció la cercanía del pastor diocesano con la comunidad de Cadrete.
Una visita sencilla pero intensa, marcada por la escucha, la oración y la esperanza.

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