Ha pasado ya un tiempo y poco a poco nos hemos ido conociendo, creando un espacio para interactuar y podernos comunicar.
Doy gracias a Dios por vuestras vidas, porque sin vuestra participación y buena disposición, no seríamos parroquia, no seriamos comunidad y no tendría sentido anunciar a Cristo que es el motor de nuestras vidas. Sigamos avanzando para que poco a poco vayamos aportando lo mejor de cada uno y así seguir creciendo como hermanos.